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Aquí está el mejor antídoto contra la corrupción en nuestros países… Día 113 de «125 Días».

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Catedral de la Sagrada Familia, Barcelona, España.

DÍA 113

Finalmente dejé en mi espalda la visión del Océano Glacial Antártico y de los pingüinos durmiendo con sus crías en los montículos. Ya debía regresar a la realidad para enfrentarme con seres humanos a los que les puedo entender el lenguaje. Cuando llegué a la entrada, mis compañeros de viaje estaban en silencio esperando que yo apareciera por algún lado. No me dijeron nada porque no teníamos tanta confianza como para regañar a alguien, pero era evidente su incomodidad por mi demora. Ellos tenían razón en estar enojados porque mientras disfrutaba del silencio y la soledad al lado de los animales, ellos estaban aburridos esperándome. Nos subimos en el carro y no me reprocharon afortunadamente.

Llegamos nuevamente a la casa de Carlos el joven ayudante del bus que nos trajo hasta la Patagonia chilena. Abrió la puerta su abuelita y nos dijo que él había salido a dar una vuelta. Detrás de ella apareció la mamá y dijo muy amable que podíamos seguir para que descansáramos un rato. No sabía cómo pedirle el favor de que me dejara quedar en algún lugar de su casa con mi sleeping, para evitar el gasto del hotel. Así que me armé de valor y se lo pedí directamente. Le dije que por favor me dejara quedar en el mueble de la sala sólo por esa noche. La señora muy amable me dijo que no había ningún problema. Así que la pareja de holandeses y el francés también le pidieron lo mismo en medio de mi extrañeza. El colombiano ya se había ido para un hotel en el centro. Seguramente sus planes económicos para el viaje habían sido diseñados de una mejor manera que los míos y los de los holandeses y el francés a pesar de que ellos tenían en su sangre un modo de comportamiento diferente. La historia de la Reforma Protestante influenció las vidas de las personas en estos países en el norte de Europa con Zwinglio y Calvino para no tener actuaciones de persona pobre. Yo había sido educada en el entorno del “más vivo”, con “la malicia indígena” y demás cosas que hacen de nuestros países los más corruptos en el mundo. Así que pedir este favor no era tan anormal si pensamos en el origen de mi vida. Pero que ellos lo hicieran era muy insólito desde mi punto de vista. Sus raíces estaban fundamentadas en un modo de vida muy distinto al mío. Ellos poseen gracias a su historia un modelo de estado y de sociedad completamente deseable en muchas partes del mundo. Max Weber profundizó en estas razones a comienzos del siglo XX, porque precisamente se preguntó el motivo de su éxito económico y observó que las raíces están en su religión que difiere bastante de judíos, católicos, musulmanes, budistas e hindúes; las mayores religiones en el mundo. Ninguna ha obtenido tantos éxitos en lo económico y finalmente en lo social como la que se practicaba en los países donde la Reforma Protestante hizo su aparición en el siglo XVI y donde los puritanos hicieron una búsqueda disciplinada de su salvación. Esta salvación se demostraba por el éxito en su profesión que derivaba en un éxito en lo económico, a pesar de que no buscaban el dinero como un bien en sí mismo. Es más, odiaban a quien se comportaba como un avaro. Y aunque creyeron que pertenecían a una élite especial, lo cual no puede ser cierto dentro del cristianismo, esto ayudaba a darles la fuerza para comportarse correctamente y por consiguiente a tener una buena reputación, que finalmente redundaba en beneficios económicos. Calvino dijo que existía la doble predestinación, es decir que unos eran predestinados por el mismo Creador para salvación y otros para condenación. Obviamente este tema está muy equivocado y está por fuera de la doctrina, ya que nuestro Padre nos dio el libre albedrío y si esto que planteó Calvino fuera verdad, entonces deduciríamos que Dios es determinista, así que se negaría así mismo, porque uno de sus mayores regalos es precisamente nuestra capacidad de decisión. Aunque el origen del progreso de los puritanos está fundado sobre un problema doctrinal dentro del cristianismo, no podemos desconocer que, a pesar de todo, puede enseñarnos bastante sobre lo que significa comportarnos correctamente, con una vida virtuosa, para tener un mejor modo de vida en la parte económica, social y de gobierno. Eso es lo que debemos emular de los países tan deseables del norte de Europa. Este tema tan apasionante lo trató Max Weber en su investigación sociológica y esto fue lo que descubrió: “La predestinación otorga al “agraciado” la medida más alta de certeza de salvación, una vez que está seguro de pertenecer a la aristocracia de los elegidos. Pero el individuo necesita síntomas de que posee este incomparable carisma, pues la incertidumbre absoluta no se puede soportar a la larga. […] y lo que proporciona la certidumbre es el saber que no son esas faltas, sino los actos agradables a Dios, los que fluyen de la propia relación íntima con Él debido a la misteriosa relación de la gracia; por lo tanto, de la cualidad central y constante de la personalidad. […] la fe en la predestinación se apropió, en sus más consecuentes adeptos, de los más fuertes motivos imaginables para una acción grata a Dios. […] el virtuosismo intramundano[1] y la búsqueda disciplinada de salvación en el oficio querido por Dios fue la fuente de la virtuosidad lucrativa de los puritanos. Desvalorización radical y definitiva de la gracia mágica, sacramental e institucional ante la voluntad soberana de Dios […] La influencia más fuerte la tuvo el puritanismo. […] El Islam no fundó ninguna técnica de vida cotidiana, como el puritanismo, en el que la predestinación afectaba al destino en el más allá […]

Pero en ninguna parte el orgullo de la aristocracia predestinada a la salvación se halla tan íntimamente unido con el hombre de oficio y con la idea de que el éxito de la acción racional demuestra la bendición de Dios, como en los países en que impera la fe puritana en la predestinación; en ninguna otra parte, por lo mismo, ha sido tan extensa la acción de los motivos virtuosos sobre la mentalidad económica. […] Con su expansión creciente en la vida de todos los días y en la religiosidad de la masa, se tolera cada vez menos la sombría aspereza de la doctrina, hasta que queda […] esta doctrina de la gracia en la mentalidad capitalista racional: la idea de la metódica corroboración profesional en la vida lucrativa. […] el puritano piadoso que no obró a causa de una laxa interpretación o de una doble moral, sino, por el contrario, con la mejor conciencia imaginable, […] se legitimaba ante sí mismo y en el círculo de su comunidad; y se legitimaba porque su conducta era absolutamente intachable. Ningún puritano realmente piadoso –eso es lo que importa- hubiese podido tener como ganancia grata a Dios la usura como garantía prendaria, el aprovechamiento del error de la parte contraria (permitido a los judíos respecto a los extranjeros), el regateo y el chalaneo[2], la participación en las ganancias expoliadoras de la política o del coloniaje. El precio fijo, la conducta comercial absolutamente objetiva, incondicionalmente legal, desprecio del ansia de dinero, es lo que ha conferido a los cuáqueros y baptistas su confianza por parte de los hombres, hasta el punto de que los ateos les compraban a ellos y no a sus iguales, a ellos y no a sus iguales confiaban su dinero en depósitos o en comandita, y los enriquecían; y justamente estas cualidades los “probaban” ante su dios. […] el puritano detestaba el espíritu de tendero sediento de riqueza.” [3]

Aunque este estándar de vida puritana se percibe cada vez menos en los países deseables del norte de Europa, sus enseñanzas se han impregnado en su forma de vida virtuosa y aún tienen comportamientos éticos que les permite manejar una sociedad de la mejor manera. Ellos sienten que ahora no necesitan de Dios para vivir bien ni para comportarse correctamente. Por consiguiente, no quieren tampoco establecer una relación profunda con el Creador. No sabemos cuánto durará su sociedad exitosa sin la existencia de Dios en sus vidas, pero lo que si podemos establecer es lo que la existencia de Dios hizo en su historia pasada y lo que puede hacer en nuestras sociedades latinas o aquellas que como nosotros tienen problemas de corrupción. La Palabra de Dios es muy clara a través del mensaje que el apóstol Pablo les escribió a los cristianos en Roma. Allí está escrita la evidencia de lo que hace un ser humano cuando conoce profundamente a Dios y entiende lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz. El cambio interior es abrumador y comienza a hacer lo correcto. Pablo describe este cambio: “Sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida. […] entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos, pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios. […] Uno puede ser esclavo del pecado, lo cual lleva a la muerte, o puede decidir obedecer a Dios, lo cual lleva a una vida recta. Antes ustedes eran esclavos del pecado, pero, gracias a Dios, ahora obedecen de todo corazón la enseñanza que les hemos dado. Ahora son libres de la esclavitud del pecado y se han hecho esclavos de la vida recta. […] Cuando eran esclavos del pecado, estaban libres de la obligación de hacer lo correcto. ¿Y cuál fue la consecuencia? Que ahora están avergonzados de las cosas que solían hacer […] pero ahora quedaron libres del poder del pecado y se han hecho esclavos de Dios. Ahora hacen las cosas que llevan a la santidad y que dan como resultado la vida eterna.” [4]

¿Qué estamos haciendo como individuos para terminar con la corrupción en nuestras naciones? ¿Nos comportamos correctamente como evidencia de nuestra relación con el Creador?

[1] Comportarse correctamente en la vida social.

[2] Astucia, maña, engaño, pillería.

[3] Max Weber (2011). La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Editorial Fondo de cultura económica. México. pp. 288-292.

[4] Romanos 6:6-22 NTV (Nueva Traducción Viviente)

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La historia se repite… Nabucodonosor se lleva a las mentes brillantes para que sirvan en su reino. Los documentos de Babilonia.

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Soledad, Atlántico.

En la actualidad, la historia del Imperio de Babilonia se repite. Tiene matices diferentes porque ahora creemos que somos libres, y el capitalismo moderno nos confunde en el sentido de pensar que tomamos nuestras propias decisiones, tenemos propiedad privada, etc.

Pero la realidad es muy diferente. Somos libres pero para escoger a cuál de los imperios queremos servir. Ya no vienen los carros de guerra del Imperio de Babilonia a sitiar nuestras ciudades para llevarse lo mejor de nuestra gente a la fuerza. No. Pero las intenciones siguen siendo las mismas, con métodos muy diferentes, que nos hacen pensar que fuimos escogidos. Ahí radica el engaño que está destruyendo aun mas y sin que nos demos cuenta a nuestros países subdesarrollados.

Por un lado la humanidad cayó en otro engaño bien particular sobre la supremacía del planeta por sobre los seres humanos que aquí habitamos. Entonces engendrar hijos es la mayor desgracia para el planeta, porque por cada hijo que nace el gasto de la naturaleza es mayor. En ese orden de ideas, nunca antes visto en la historia de la humanidad, todos hemos sido obligados de una u otra manera y tal vez inconscientemente a hacer todo lo posible por no traer más vida a esta tierra. Los países desarrollados y visionarios se han dado cuenta, muy tarde, que estas historias, sobre el control de la natalidad de finales del siglo XIX y principios del XX, lo único que han logrado es hacer que sus economías vayan en declive, porque se quedaron sin humanidad que trabaje y produzca. Por tanto, muy tarde, como dije antes, han comenzado políticas de repoblación con muy poco efecto. En contra de estas políticas vemos feministas radicales apoyando la muerte de bebés en el útero para que no nazcan más seres vivientes y entre otras cosas para salvar el planeta. Ese es uno de sus tantos discursos.

El daño ya está hecho, pero lo preocupante de esta situación es que no obstante nuestras políticas con alto tinte de corrupción en Latinoamérica y en otros países del mundo subdesarrollado, también debemos sumarle la desgracia que significa el reclutamiento de los cerebros mejor formados, que por alguna razón nacieron en estos lados del planeta bananero, para repoblar los países desarrollados y además para servir en sus grandes empresas.

Estas naciones no buscan a la feminista radical que quiere acabar con la humanidad para que mejor sea poblado el planeta con mascotas. No. Ellos buscan concienzudamente a familias completas, con entrevistas exhaustivas, donde puedan definir que ambos sean inteligentes y además quieran tener más familia. Finalmente nacerán en sus países y los repoblarán. Entonces inicialmente nos hacen creer que pertenecer a su país sólo es para los más capaces y ponen trabas para que emocionalmente deseemos seguir en ese intento. Sus permisos son difíciles de conseguir y casi que nos hacen creer que pertenecemos a una élite porque finalmente y en medio de la felicidad podemos ir a trabajar en sus tierras.

A eso hay que sumarle las políticas en contra de la inmigración que se ven a diario en los noticieros. Cualquiera que vea eso, y esté en proceso de reclutamiento cerebral pensará que es muy afortunado por ser llamado a vivir en los lugares donde todo funciona a la perfección. Desafortunadamente nuestros países tercermundistas o como los quieran llamar, están sumidos en el desorden, la injusticia, la corrupción y la falta de moral. De esa manera cualquiera se deja convencer de dejar todo para ir al lugar de los elegidos.

Así pues, en la antigüedad, llegó Nabucodonosor a llevarse a los mejores cerebros para su reino, y esto lo vemos en la historia de Daniel que está en la Biblia (Muy bien descrito en los primeros cinco versículos del primer capítulo de su libro). Pero ahora no se necesitan carros de guerra, sólo se necesita una forma de vida superior y muy deseable para que nosotros mismos dejándonos deslumbrar, abandonemos nuestros países hundiendo mucho más la posibilidad de progreso. Finalmente iremos a cooperar para que los que ya han progresado, sigan progresando sin parar, con la mejor ayuda de nuestros mejores y escasos cerebros latinos y de países subdesarrollados.

¿Por qué nos dejamos deslumbrar? Necesitamos luchar por el lugar donde nacimos. Aquí nadie nos discrimina y somos verdaderamente libres para trabajar por el necesario progreso de nuestra gente. Si seguimos optando por salir de nuestro país, entonces poco a poco lo llevaremos a un sumidero peor y lo dejaremos en manos de aquellos que sólo quieren salvar el planeta para que lo pueblen las mascotas. Las grandes naciones siempre harán lo posible por estar mejor, pero a nosotros nos corresponde luchar, comprometernos como gente capaz, que posee muy buen conocimiento para mejorar nuestras condiciones de vida. Necesitamos dejar el individualismo para poder acabar con la injusticia social, la corrupción, cambiando interiormente. Si queremos cambiar el mundo, necesitamos cambiar nuestro interior al igual que el lugar único y bananero donde nacimos.

A continuación voy a escribir los versículos de la historia de Nabucodonosor reclutando cerebros a la fuerza para que sirvieran en su reino. Está en el libro de Daniel capítulo 1:1-5 (Biblia Nueva Traducción Viviente). «Durante el tercer año del reinado de Joacim, rey de Judá, llegó a Jerusalén el rey Nabucodonosor de Babilonias y la sitió. El Señor le dio la victoria sobre el rey Joacim de Judá y le permitió llevarse algunos de los objetos sagrados del templo De Dios. Así que Nabucodonosor se los llevó a Babilonia y los puso en la casa del tesoro del templo de su dios.

Luego el rey ordenó a Aspenaz, jefe del Estado Mayor, que trajera al palacio a algunos de los jóvenes de la familia real de Judá y de otras familias nobles, que habían sido llevados a Babilonia como cautivos. «Selecciona solo a jóvenes sanos, fuertes y bien parecidos -le dijo-. Asegúrate de que sean instruidos en todas las ramas del saber, que estén dotados de conocimiento y de buen juicio y que sean aptos para servir en el palacio real. Enseña a estos jóvenes el idioma y la literatura de Babilonia».»

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