Publicado en Uncategorized

Mostrar piel o ser invisibles caminando.

IMG_2384Tienda de Abayas, Burkas y Jiyab. Sohar, Omán.

El impacto cultural que genera ver o mejor no ver a las mujeres que caminan de negro en Medio Oriente, crea múltiples preguntas en mi interior, pero también plantea respuestas que pude identificar en medio de su cultura.

Fue bastante extraño ser una mujer en el Medio Oriente, pero aun más una mujer occidental.

En estos países que se están construyendo para atraer el turismo mundial y que tienen como objetivo ser deseables, con lo mejor de lo mejor, vimos gran cantidad de hombres haciendo esa labor. No es de extrañar que el país de la India, que queda cerca, sea uno de los que proporciona mayor mano de obra.

Allí hay una súper población masculina de 35 millones frente a la femenina. Esto quiere decir que muchos de ellos salen a buscar nuevos horizontes de trabajo en los países vecinos que tienen una bonanza petrolera. Esta situación hace que en Medio Oriente se vea en las calles mayor cantidad de hombres que de mujeres. Además muchas de ellas están dentro de sus propios hogares.

En ese orden de ideas pareciera que las mujeres son escasas y por tanto necesitan ser cuidadas. Así que pude entender por fin la razón que los llevó a tomar la decisión de no dejar salir a una mujer solitaria sin un hombre al lado que la cuidara. Las feministas lo ven como la subyugación del hombre sobre la mujer, pero en realidad las están cuidando porque en todas las culturas no dejan de existir aquellos que hacen el mal a los demás. Aunque parezca increíble para nuestra cultura occidental, es posible que se roben a las mujeres. Por tal razón, se estableció un círculo vicioso que la misma cultura romperá en el futuro cercano por su deseo evidente de occidentalizarse. Este círculo comienza con leyes estableciendo la oscuridad de la mujer con el propósito de opacar su belleza, pero esta oscuridad solo trae mayor deseo de ver a la mujer. Así que al final observamos hombres ansiosos tratando de ver lo que no se puede ver.

Sin embargo, la solución a este círculo no creo que la tengamos en occidente donde las feministas se desnudan para llamar la atención, porque saben muy bien que es efectivo. Esa es la verdadera degeneración de la mujer y para la mujer. No quiero que me degeneren y por eso no me siento identificada con esos actos que parecen más vandálicos que otra cosa. Las mujeres representamos mucho más que eso y no necesitamos mostrar la piel para que nos escuchen. Nuestra valía ya la tenemos ganada así parezca que nos cierto. En el Medio Oriente ellas son las que mandan. Los hombres buscan complacerlas y cuidarlas precisamente porque parece que no existieran. Es un error creer que se sienten miserables. Creo que nos dan una gran lección a las mujeres de occidente ya que ellas saben que son valiosas sin degenerar su cuerpo y sin pisotear a los hombres para conseguir valor personal.