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Funcionalidad de la familia en la pandemia. G. K. Chesterton.

Jenesano, Boyacá.

Chesterton en su libro “El amor o la fuerza del sino” hace una defensa de la familia incomparable. Describe magistralmente el papel de la mujer dentro del hogar y el bienestar de los seres humanos dentro de un buen matrimonio, entre otros. Por eso es muy pertinente para el tema de la familia completa (papá y mamá al mismo tiempo) leer sus escritos, para tratar la tarea titánica de encausar de nuevo a la sociedad dentro de un orden que se ha abandonado, debido al debilitamiento de la familia, del matrimonio y del papel del hombre en el hogar. Asegura que el hogar es el único sitio en el mundo donde podemos hacer realmente lo que queremos. Es el único lugar donde realmente se encuentra la aventura. Por fuera de él, sólo se esconde un mundo lleno de reglas y de horarios establecidos. Así expuso su paradoja: “Pero de todas las ideas modernas engendradas por la mera abundancia material, la peor de todas es la idea de que la vida familiar es aburrida y sosa. […] Porque la verdad es que, para la gente moderadamente pobre, el hogar es el único sitio donde hay anarquía. […] En cualquier otro sitio a donde vaya debe aceptar las reglas estrictas del taller, de la fonda, del club o del museo. Pero en su propia casa, puede comer en el suelo si así le apetece. Para quien se gana la vida trabajando duramente, el hogar no es el sitio domesticado y manso en un mundo lleno de aventuras. Es el sitio indómito y libre en un mundo lleno de reglas y tareas fijas. El hogar es el sitio en donde podemos poner la alfombra en el techo o las tejas del techo por el suelo si nos da la gana. […] Entre las tradiciones que están siendo atacadas así, no de manera inteligente sino de forma por completo vacía de toda inteligencia, está la creación humana fundamental llamada la familia o el hogar. Es una de las cosas más típicas que los hombres atacan no porque puedan entenderla de punta a cabo, sino porque no la entienden en absoluto. […] Si Ricardo o Susana desean destruir la familia porque no ven qué utilidad tiene, digo lo que dije al principio: si no ven para qué sirve, harían mucho mejor en preservarla. No tienen ningún derecho en destruirla ni siquiera en pensarlo, hasta que no hayan visto para qué sirve. […] Pero se hace a menudo la increíble y extraordinaria sugerencia de que esta fuga del hogar es una escapada hacia una mayor libertad […] Pero lo principal es que el mundo fuera del hogar se encuentra ahora mismo bajo una rígida disciplina y rutina, y solo dentro del hogar encuentra un sitio para la individualidad y la libertad. […] Pero de todos modos es obvio que, cien empleados en un banco o cien camareras en una cafetería, están más regimentados y bajo control, que lo están los mismos individuos cuando cada uno de esos hombres y mujeres regresan a su casa o aposento adornados con sus cuadros favoritos.” (G. K. Chesterton. El amor o la fuerza del sino. Editorial Rialp. Páginas 71, 81, 95)

Este texto está contenido dentro del capítulo 2 del libro: «Las Mujeres Son Malas, Los Hombres Son buenos Por Naturaleza». Puede conseguirlo electrónico en el siguiente link: https://wordpress.com/view/paolavelez.com

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